martes, 22 de mayo de 2012

El verano, la vida, la brisa

La brisa de la playa que respiramos nos recicla nuestro propio aire. El sentir la arena suave, limpia, fresca y brillante de la orilla, despierta las ansias del baño del día. Cuando nos dejamos mecer por las olas de un mar en calma, todos queremos flotar sin contar ni un minuto más el discurrir del tiempo. Los días de mar agitado, son todo un reto para los surfistas; el viento alzándose, incita a lanzar a volar las cometas y salir a correr sintiendo solo el aire que viene con fuerza.
Si se puede aprende a nadar en todo tipo de aguas disfrutando de la intensidad de como se dan las olas, ¿por qué no se descubre?

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