Piranesi, (Venecia, 1720 - Roma, 1778) arquitecto, arqueólogo, diseñador,
ingeniero, anticuario, decorador y veduttista.
A lo largo de su vida y trayectoria profesional, pasa por diversos empeños para
salir adelante como gran profesional en los distintos ámbitos en los que se
mueve.
Siempre quiso ser arquitecto,
aunque en sus intentos, no logró ser aceptado en ninguna de las escuelas de
estudios superiores de arquitectura dado que su formación previa sea
cualificava de ser “demasiado artística”. No obstante, Piranesi no desistió en
hacer realidad su sueño. Su fascinación, su fuerza de atracción por el mundo de
las construcciones y su gran empeño, lograron que Piranesi, -a pesar de no
haber llegado a formalizar estudios superiores de arquitecto-, llegase a ser
considerado uno en toda regla.
Nacido en Venecia, cuando
tiene la oportunidad de pasar un tiempo en Roma, la magia de la esencia de las
construcciones antiguas romanas, lo atrapan. Construcciones colosales,
perfectas, desde la estructura entera hasta el más ínfimo detalle de un
pedrusco perteneciente a un templo.
Era ya gran dominante de la técnica del
grabado, por lo que, se embarcaría en su proyecto de la revivificación del antiguo
imperio romano. Son estampas que recrean detalladamente la vida de otros
tiempos pretéritos, llenas de genio creativo y personalidad propia; invitan a
sumergirse en mundos paradisíacos sublimes, donde las aventuras que ha
imaginado el artista son las reinas de la emoción.
Se observan, asimismo, escapadas
al valle del Nilo en un Egipto representado, envuelto de una atmósfera de gran
vegetación tropical. Se erigen construcciones colosales proyectadas en un
estado de ruina producto del paso de los siglos. Los personajes que se retratan
quedan subordinados al poder de la grandeza de las edificaciones enormes,
frente a minúsculos seres humanos reducidos en la escena.
Todo parece indicar que
Piranesi poseía gran interés por las culturas clásicas y antiguas desde las
egipcias hasta las etruscas. Quién sabe, es posible que gustase de vivir con la
ilusión de viajar a lugares lejanos, de potencial carisma, donde todo parecía
tener una historia en la que Piranesi parecía conocer y tener la capacidad de
desvelar todo detalle.
El cuidado del diseño de las
composiciones equilibradas y armónicas se pueden hacer muy sugerentes hacia el
espectador. El juego de la buena correspondencia en el trazado de líneas que
compone todo el dibujo, todo detalle, por pequeño que sea, se presenta
perfectamente definido, cuidado y fruto de una imaginación desbordante y de
inteligencia inusual en este artista-arquitecto.
Sus ideas fueron tomadas por
excentricidades por sus conciudadanos contemporáneos. Sin embargo, lo que él no
sabía es que fuesen a tener un fuerte
posterior impacto, influenciable, para posteriores artistas y escritores, protagonistas, de los movimientos artísticos del romanticismo y algunos
directores de cine, buscadores de inspiración en alguna de sus historias, quizá
melancólicas o de terror.
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