sábado, 28 de abril de 2012

Crítica de arte: Exposición monográfica de Odilon Redón



El pasado 27 de abril de 2012, en uno de esos gratos paseos por la ciudad de Madrid, tuve el placer de descubrir la Fundación Mapfre, donde se introducía por primera vez una exposición monográfica del artista Odilon Redon.

Odilon Redón (Burdeos, 1840-París, 1916) durante su época como artista convive con otros tantos de gran éxito y reconocimiento como los productores de arte impresionista. Antes de consagrarse como artista de profesión, éste dudaba de su porvenir. En sus años posteriores ejerciendo de pintor profesional, se convierte en hombre de éxito y talento, aunque hoy en día todavía no sea del todo conocido. Aún hoy para aquellos que lo conocen, sigue siendo un pintor enigmático.
Es un personaje solitario y en ocasiones incomprendido. En su manera de hacer arte  conviven una mixtura de aquello que encierra el subconsciente más místico y misterioso coloreado de sombras y una etapa decorada e imaginada por un mundo cargado colorismo sincero y moderno.
 Presenta algunas influencias de los autores pertenecientes al movimiento del romanticismo. Estos halos de nostalgia y melancolía se pueden apreciar en algunos de sus primeros dibujos. Y aunque convive con otros grandes artistas franceses de gran influencia para la historia del arte,  decide exponer su propia visión del mundo. En algunas ocasiones se puede apreciar en sus dibujos, litografía y pinturas su emoción de soledad.
Para muchos artistas posteriores es considerado un personaje de gran influencia; uno de los padres de los futuros movimientos del arte moderno reflejado en la etapa de los nabis y en las primeras vanguardias del surrealismo y fauvismo.

Toda su obra se halla expuesta desde una visión onírica, esotérica, cristiana y pequeños apuntes de curiosidades por la ciencia que encajan a la perfección con la visión más intima y sincera de su yo y su propia relación con el mundo que le rodea. Esta manera de retratar sus impresiones queda enmarcada y clasificada en varios periodos trascendentales que ocupan los temas e imaginaciones que desenmascaran la totalidad de su obra.

Es un artista al que le gusta crear a partir del fluir de la improvisación guiada por el subconsciente. La imaginación es lo que mueve su arte y no parece que deje paso a la reflexión para la creación. No obstante, en alguna de sus obras deja rastro de su interés por la ciencia y las teorías del darwinismo. En una mezcla de imaginario y ciencia, siempre acaba aproximándonos a su manera más cercana de su propia visión de la realidad. Su mayor propósito  era el de buscar una belleza moral buena y la verdad ideal para alcanzar un bien.

En lo observado a lo largo de la exposición, se han tomado algunos apuntes, impresiones y comentarios de referencia para conocerse mejor su técnica a la hora de trabajar. En sus dibujos de aguafuerte o en los grabados hechos en litografía se observan unos trazos de líneas agrupadas siguiendo una misma dirección. Esto crea una sensación limpia ordenada y podría considerarse más o menos estética en cuanto a técnica.
 En algunos dibujos puntuales, aparecen en las composiciones de las formas representadas, un conjunto de líneas en trama como para crear énfasis, resaltar alguna zona en concreto u obtener una mayor definición en algún aspecto del dibujo.

Siguiendo la línea de las impresiones de la exposición, en los dibujos realizados a pastel, muchas veces los deja a medio hacer. Podría saltarnos a la mente, la cuestión que probablemente algún que otro espectador en la sala se ha llegado a preguntar, ¿por qué deja estos dibujos, en buen camino a tener una mejor apariencia, a medio hacer?

Llama la atención, por la sencillez de la idea y al mismo tiempo originalidad del hacer pintura en telas desnudas, sin aparejo. Mucho colorido floral se nos muestra en ellas. Crean el imaginario de poder estar contemplando algún fresco en algún muro de algún palacio o, incluso, mosaicos romanos por su manera casi puntillista de conformar las pinceladas en estas telas.

Muchas veces distorsiona las formas a su libre albedrío dejando que sus dibujos sean espontáneos, simbólicos, imaginados… Ahora bien, la pregunta es:¿compraría un cuadro del enigmático Redon?
          -Seguramente se esté planteando para sí mismo esta cuestión después de haber leído esta crítica…


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