lunes, 2 de marzo de 2015

Necesario ser empático para hacer arte humanista


Las sociedades recurren a las cosmologías para dar sentido al universo que les rodea; tanto a nivel interior como exterior a las civilizaciones. El arte, la filosofía, la poesía, todas las ciencias que tratan de definir y dar explicación a la realidad, son empresas que desentrañan, en su estilo propio, la esencia de las cosas. Cuando aquello que se trata de definir (hallar la verdad) es indeterminado e intangible, se recurre a la poesía, filosofía o al arte. En cambio, cuando a aquello lo que se le quiere dar comprensión se quiere darle una definición concreta, clara, determinada, diferenciable, tangible, inteligible y distinta; se recurren a las ciencias de la vía física y no sensible, como lo son las matemáticas.

Desde un punto de vista espiritual, tanto en las filosofías orientales como en las leyes de la termodinámica, nos dicen que cada momento de vida es único. Nuestra existencia se debe a la energía que tomamos prestada de la Tierra. En el arte, el artista se dedica a capturar momentos únicos de energía y plasmarlo sobre el soporte en el que éste decida trabajar. Cuando se trata de retratar la realidad, si se quiere ser fiel con ella, es menester hacer unas labores previas que exigen cierta práctica, disciplina y rigurosidad. Es necesario, por tanto, practicar la observación, análisis, procesamiento y entrar en sintonía (empatizar), con aquello que tal artista tiene frente a sí mismo. En el caso de un pintor de paisaje, por ejemplo, su tarea ardua es la de captar la esencia de dicho paisaje. ¿Dónde está la esencia de un paisaje? Está más allá de lo visible, más allá de las transiciones meteorológicas. Está en lo sensible y sensorial.
Cuando el artista ha sabido captar la esencia de aquello que estaba representando, se dice que su obra tiene pathos: tiene emoción.

BIBLIOGRAFÍA

• RIFKIN, Jeremy. La civilización empática. Genía Sánchez Baberán y Vanesa Casanova. 1ª edición, 2010. Madrid, España. Ed. Paidós. Pág. 703. ISBN: 978-84-493-2356-0

• THOREAU, Henry David. Walden. Javier Alcoriza y Antonio Lastra. 1ª edición, 2005. Madrid, España. Ed. Catedra. Pág. 356. ISBN: 84-376-2212-3

Fragmentos de libros:

• JULLIEN, François. Presencia-ausencia. En: La gran imagen no tiene forma. Albert Galvany. 1ª edición, 2008. Barcelona, España. Ed. Alpha Decay. Pág 19-38. ISBN: 978-84-935863-9-3


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